Sé de las noches en vela,
de sueños incubados,
a fuego lento, a llama baja.
Recuerdo algún día claro,
algún cielo encapotado
con su rompiente de gloria.
Sé de ti, sé de mí,
de la nieve que no derretimos,
del barco hundido,
Y de nuestro tren parado.
De constelaciones de soles apagadas.
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